jueves, 4 de noviembre de 2010

NOTA DE PRENSA. Participación en el Pleno

http://www.larioja.com/v/20101105/rioja-logrono/haya-orden-ciudad-20101105.html
http://www.rioja2.com/n-71733-3-verde_ordenanza_civica_subida_impuestos_tasas_Logrono
http://integracion-rediseno.elcorreodigital.com/alava/v/20101105/rioja/ordenanza-convivencia-marcha-20101109.html

Cívicos sí, pero en contra de la Ordenanza


La Plataforma ‘Cívicxs contra la Ordenanza’ quiere llamar la atención de
los grupos políticos municipales de cara al próximo pleno municipal del
día 4, en el que se planteará la aprobación de la Ordenanza Cívica.

Este jueves, se someterá a la aprobación del Pleno municipal la denominada ‘Ordenanza
Cívica’. Con este motivo, la Plataforma ‘Cívicxs contra la Ordenanza’, constituida a raíz de
que se hiciera público el primer borrador, quiere dejar constancia de su disconformidad ante
un texto innecesario e inadecuado, que se plantea mejorar la convivencia a golpe de
normativa, y apela a la responsabilidad de los representantes políticos para que no permitan
su aprobación.
La treintena de organizaciones sociales, sindicales y políticas logroñesas que conforman esta
Plataforma desconfían del actual culto a la ordenanza cívica que, con más pena que gloria,
(http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Prohibido/gritar/hora/siesta/elpepisoc/20101026elpepisoc_1/Tes ) recorre
nuestro estado (Barcelona, Granada, Sevilla, Lugo, Oviedo, Pamplona, Bilbao...).
Para la Plataforma, esta ordenanza entorpece innecesariamente derechos fundamentales
como la libertad de expresión o el derecho de manifestación y consolida los problemas de
comunicación y de convivencia al trasladar a la policía responsabilidades propias de cada
persona. Es la policía quien decidirá el carácter ´cívico’ o ‘incívico’ de muchas situaciones
cotidianas, de acuerdo a un marco legal que genera una gran inseguridad jurídica.
Con este exceso normativo, el espacio y las vías públicas dejan de ser lugares para la
convivencia, el intercambio, la interculturalidad y la creatividad. Ciudadanas y ciudadanos
quedan así reducidos a simples autómatas, desprovistos de capacidad crítica y creadora, de
compromiso con su entorno o de aptitud para resolver sus conflictos o comunicarse de un
modo más satisfactorio y creativo.
Así, cuando más lo necesita, la ciudad pierde potencialidad para reinventarse a sí misma.